En el marco del Jubileo de la Educación y la Cultura, se realizó en la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Chile un conversatorio que reunió al cardenal Fernando Chomali, al rector Juan Carlos de la Llera y a la investigadora Sylvia Eyzaguirre, entre otros invitados, para abordar los desafíos y proyecciones de las universidades católicas en el país.

Este viernes 7 de noviembre, en el Salón de Honor de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se desarrolló el conversatorio “Educación superior católica: identidad, misión y desafíos futuros”, encuentro que forma parte del Jubileo de la Educación y la Cultura convocado por la Iglesia de Santiago. El espacio buscó profundizar en el papel de las instituciones católicas frente a los cambios culturales, sociales y tecnológicos que desafían la formación universitaria y su inspiración evangelizadora.

El encuentro fue inaugurado por el cardenal Fernando Chomali, quien llamó a las universidades católicas a “asumir con mayor decisión una actitud profética” frente a los problemas del país. “Los desafíos que vive Chile no son económicos, sino profundamente humanos. Tenemos que educar para la esperanza y formar personas con vida interior, capaces de diálogo y de servicio”, señaló.

En su exposición, el cardenal advirtió sobre el riesgo de una educación centrada en la rentabilidad y los rankings, recordando que “lo nuestro son los pobres, los marginados, los que no pueden devolver lo que reciben”. Asimismo, destacó la importancia de fortalecer la formación en teología, filosofía, arte y humanidades como espacios donde se cultiva una mirada integral de la persona.

El conversatorio fue moderado por Cristina Errázuriz, vicerrectora de Comunicaciones de la Universidad de los Andes, y contó con las intervenciones del rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Juan Carlos de la Llera, y la investigadora del Centro de Estudios Públicos, Sylvia Eyzaguirre.

Eyzaguirre advirtió sobre la pérdida de sentido trascendente en la educación y el impacto del individualismo y la cultura digital: “Vivimos una intoxicación de chatarra mental. Los jóvenes necesitan formación en virtudes y sentido de propósito, algo que las universidades católicas pueden ofrecer de manera única”.

Por su parte, el rector de la Llera destacó el papel público de la universidad y la necesidad de construir comunidad desde la identidad católica: “Soñamos con una universidad que combine excelencia, servicio y mirada trascendente. No se trata solo de formar profesionales competentes, sino personas capaces de transformar la sociedad con ética y esperanza”.

El encuentro concluyó con las palabras de monseñor Alberto Lorenzelli, obispo auxiliar de Santiago y presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, quien agradeció la participación de los expositores y destacó el valor de este espacio jubilar: “Este diálogo nos invita a mirar el futuro con esperanza, con la certeza de que la educación católica tiene una misión insustituible en la formación de personas íntegras y comprometidas con el bien común. Educar, desde la fe, es siempre un servicio a la dignidad humana y al desarrollo de Chile”, señaló.

El obispo destacó además que este espacio de reflexión es una muestra del compromiso de la Iglesia con la educación y la cultura, y un paso significativo para proyectar juntos, Iglesia, universidades y comunidades académicas, una educación inspirada en el Evangelio y al servicio del país.

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