La instancia permitió un espacio de reflexión conjunta y diálogo fraterno, coordinado por el Departamento del Laicado de la Vicaría para la Pastoral, para aportar al proceso de elaboración de las Orientaciones Pastorales 2025-2029 de la Iglesia de Santiago.
Con un ambiente lleno de cercanía, amistad y entusiasmo, 47 movimientos y comunidades laicales se reunieron la mañana del 22 de noviembre en el Auditorio Papa Francisco. Más de 120 representantes se distribuyeron en 21 mesas de trabajo que mezclaron a los distintos carismas, promoviendo un diálogo abierto para aportar a la construcción de las futuras orientaciones pastorales de la Iglesia de Santiago.
El Encuentro Pastoral Final del Laicado de Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades se vivió como una verdadera celebración eclesial. Desde temprano, los participantes llegaron con un entusiasmo que llenó rápidamente el Auditorio Papa Francisco del Arzobispado de Santiago. La organización fomentó la participación en mesas diversas, donde los asistentes pudieron compartir sus experiencias, historias y carismas, enriqueciendo el diálogo desde la identidad de cada movimiento.
La actividad fue organizada por el Departamento del Laicado de la Vicaría para la Pastoral, instancia que ha acompañado durante todo el año el trabajo de las comunidades laicales y que ahora impulsó este espacio para cerrar el Año Jubilar y abrir la reflexión hacia las Orientaciones Pastorales 2025-2029. Para simbolizar la comunión vivida, cada mesa elaboró un eslabón que luego se unió en una gran cadena, expresión concreta del deseo de caminar juntos como laicado asociado.
La encargada del Departamento del Laicado, Mireya Tapia, valoró especialmente el ambiente fraterno que marcó el encuentro y el signo comunitario construido: “Esta cadena que ustedes ven refleja la unión, la fraternidad y la comunión que hemos vivido hoy. Ha sido un día de envío, de ver por dónde el Señor nos inspira para vivir estas orientaciones pastorales”, señaló.
La participación de Monseñor Álvaro Chordi, vicario para la pastoral, y de la hermana María Isabel Morales, delegada episcopal, acompañó el trabajo de las mesas, donde surgieron ideas y propuestas para una Iglesia en salida, especialmente en una ciudad viva y desafiante como Santiago.
En su intervención, Monseñor Chordi invitó a profundizar una pastoral renovada y audaz: “No podemos seguir haciendo lo mismo; eso ya no vale. Hay que pensar otras cosas, porque no estamos dando respuesta a mucha gente. Nuestro pastor, don Fernando, nos impulsa a levantar el alma de nuestra Iglesia y a diseñar una pastoral de ciudad que no sea solo sacramental, sino que abra otras experiencias y metodologías”, afirmó.
El vicario destacó también el valor de los movimientos y asociaciones en este proceso: “Por la experiencia que tienen, incluso a nivel universal, hay mucho camino recorrido que puede servir a la Iglesia de Santiago”, añadió.
El encuentro concluyó con un envío lleno de gratitud y esperanza. Los representantes regresaron a sus comunidades con la convicción de que la diversidad del laicado es una riqueza para la Iglesia, y con el compromiso de seguir contribuyendo a una pastoral más cercana, creativa y profundamente sinodal.
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