Santiago, 22 de noviembre de 2025. En el Salón Papa Francisco del Arzobispado de Santiago se realizó el concierto “Gabriela: un canto sobre la infancia en textos de Gabriela Mistral”, una presentación que convocó a familiares de sacerdotes —especialmente a sus padres—, diáconos junto a sus familias y comunidades de religiosas, quienes se reunieron para vivir un momento fraterno marcado por la música, la poesía y la memoria agradecida.
La actividad, impulsada por el Cardenal Fernando Chomali, buscó ofrecer un espacio de encuentro y reconocimiento a quienes acompañan la vida y vocación de nuestros pastores, celebrando también el servicio silencioso y constante que sostienen las familias en la vida de la Iglesia.
El concierto estuvo a cargo de la soprano Natalia Vilches y el pianista y compositor Simón Morgado, ambos reconocidos por su trabajo en la difusión de la Canción de Arte Iberoamericana y por su extensa investigación musical en torno a la obra de Gabriela Mistral. A través de un delicado recorrido por textos mistralianos, especialmente aquellos dedicados a la infancia, el dúo ofreció una interpretación profundamente emotiva que conmovió a los presentes.

80 años del Nobel de Gabriela Mistral: una voz que sigue hablando a Chile
La jornada se enmarcó además en la conmemoración de los 80 años del Premio Nobel de Literatura otorgado a Gabriela Mistral en 1945, una ocasión que invita a releer y volver a escuchar la voz de la poeta, cuya sensibilidad frente a la niñez vulnerable continúa siendo dolorosamente actual.
En un país donde persisten importantes desafíos en materia de protección y cuidado de la infancia, la palabra mistraliana —con su mezcla de ternura, denuncia y esperanza— sigue interpelando y abriendo caminos. Su mensaje permanece vivo y sigue resonando con fuerza, recordándonos la necesidad de poner a los niños y niñas en el centro de la vida social.

Una tarde de emoción y gratitud
Los asistentes expresaron profunda emoción durante el concierto, que destacó por su atmósfera íntima y la calidad interpretativa de los artistas. Muchos agradecieron la oportunidad de vivir un momento de belleza, silencio y recogimiento, especialmente significativo para padres y familiares de sacerdotes que acompañan de cerca la vocación de sus hijos y hermanos.

La jornada concluyó con un compartir fraterno, donde los presentes pudieron encontrarse, conversar y agradecer la experiencia vivida. Una tarde que unió música, espiritualidad y comunidad, iluminada por la voz siempre vigente de Gabriela Mistral.
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