Comunicaciones de la Vicaría de la Zona Sur

Este sábado 22 de noviembre, la Vicaría de la Zona Sur vivió una mañana llena de gracia con el retiro de Consejos Pastorales Parroquiales y Consejos de Asuntos Económicos, donde más de 80 coordinadores se reunieron para renovar su corazón y su misión.

La bienvenida estuvo a cargo de Sergio Cárdenas, del área de Comunidades, y del vicario episcopal de la Zona Sur, el Pbro. Manuel Martínez, quienes invitaron a disponerse interiormente para encontrarse con Jesús. Todo el retiro fue iluminado por el pasaje de Juan 4, 3-24, donde Jesús, cansado del camino, se sienta junto al pozo y dice a la mujer samaritana: “Dame de beber”.

A partir de este gesto sencillo y profundamente humano, el vicario fue guiando cada momento: oración personal, reflexión del texto, diálogo comunitario y encuentro con el Señor sacramentado.

En la primera meditación, cada participante contempló la súplica de Jesús: “Dame de beber”. En el silencio del corazón nos preguntamos: ¿qué me pide hoy el Señor en mi vida y en mi servicio pastoral? Las respuestas fueron trabajadas a través de un cuadernillo preparado especialmente para el retiro.

La segunda meditación nos llevó a escuchar la voz de Jesús que dice: “Si conocieras el don de Dios…”. Fue un momento para reconocer quién es para mí el Don y cómo ese regalo transforma mis búsquedas, mis dudas y mis necesidades.

La tercera reflexión giró en torno al cántaro de la mujer samaritana: “La mujer dejó su cántaro…”. Cada uno oró sobre sus propios “cántaros”, esos pesos, inseguridades o seguridades que a veces impiden caminar hacia Cristo. ¿Soy capaz de dejarlos para anunciar, como ella, que he encontrado al Mesías?

Después del almuerzo, los participantes vivieron la Eucaristía, donde se encontraron con el Señor sacramentado para agradecer lo vivido y ofrecerle su deseo de seguir sirviendo con un corazón renovado. Como signo final, cada participante recibió un pequeño cántaro, símbolo de esperanza y de aquel encuentro transformador junto al pozo.

La jornada concluyó con una bendición especial, donde los diáconos asperjaron el agua bendita como signo de envío. El P. Manuel Martínez y Sergio Cárdenas agradecieron la gran participación y la apertura de todos a esta hermosa experiencia.

Los rostros al retirarse lo decían todo: paz, alegría, gratitud y la certeza de que Dios siempre nos espera, sediento de nuestro amor… y dispuesto a regalarnos el Agua Viva. Que este encuentro nos impulse a seguir anunciando con fe: “Vengan a ver… ¡he encontrado al Señor!”.

Raquel Pulgar H.

Comunicaciones de la Vicaría de la Zona Sur

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