Enfermos y adultos mayores participan masivamente en la Misa de la Virgen de los Rayos

Nov 28, 2025

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La comunidad se reunió en el Santuario de Independencia para conmemorar a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, destacando un mensaje de esperanza y acompañamiento espiritual dirigido a quienes enfrentan situaciones de fragilidad física o emocional.

Con profunda emoción y un santuario repleto, se celebró este 27 de noviembre la tradicional Fiesta de la Virgen de los Rayos en el Santuario de la Medalla Milagrosa, ubicado en la comuna de Independencia. La misa, presidida por el obispo auxiliar de Santiago, Mons. Álvaro Chordi, estuvo dedicada especialmente a los enfermos, adultos mayores y personas que atraviesan momentos de fragilidad, quienes al finalizar recibieron el sacramento de la unción.

En su homilía, Mons. Chordi invitó a descubrir en la Virgen María “una mujer profundamente alegre, capaz de celebrar la vida incluso en medio de las dificultades”. Recordando el pasaje de las Bodas de Caná, destacó que así como María advirtió la falta de vino, también “se da cuenta de lo que falta en nuestro corazón: paz, perdón, esperanza o alegría”.

“No dejemos que nos roben la esperanza ni la alegría”, exhortó, llamando a los fieles a vivir este tiempo con una renovada fraternidad y a “poner lo mejor de cada uno para reconstruirnos como país”.

El obispo destacó además el valor de la celebración en este santuario, un lugar que, dijo, “emociona por su sencillez, un tesoro escondido donde la fe del pueblo se hace palpable”.

Testimonios de fe y gratitud

Durante la jornada, numerosos devotos compartieron sus testimonios de agradecimiento por la intercesión de la Virgen de los Rayos. La hermana Silvia Salina Ursua, Hija de la Caridad de San Vicente de Paul, destacó el profundo significado de la fiesta para la Familia Vicenciana, recordando la aparición a Santa Catalina Labouré en 1830: “La Virgen viene a visitar al mundo para decirnos que nos ama y que está con nosotros. Los milagros que vemos aquí son reales; María consuela a quienes sufren”.

Entre los fieles estuvo también María Virtudes Sánchez, quien relató cómo la Virgen la acompañó durante la grave enfermedad de su hijo menor: “Ella me dio la fuerza para seguir cuatro años de lucha contra una leucemia muy grave. Hoy mi hijo está sano y feliz. Nunca más solté la mano de la Virgen”, señaló, visiblemente emocionada.

Otro testimonio lo entregó Luciano Valiente, quien sobrevivió a un grave accidente: “Me quebré el cráneo y estuve dos meses inconsciente. La cadena de oración y la intercesión de la Virgen me devolvieron la vida. Desde entonces acompaño a enfermos y les llevo la medalla milagrosa”, relató.

Unción de los enfermos

Al finalizar la Eucaristía, los presentes participaron en un momento de profundo recogimiento al recibir la unción de los enfermos, signo de cercanía y consuelo para quienes viven enfermedad física o espiritual.

La celebración concluyó entre cánticos y aclamaciones de “¡Viva la Virgen!”, renovando el compromiso de los asistentes con la esperanza y la fraternidad, pilares que la Virgen de los Rayos inspira desde hace casi dos siglos.

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