Invitado por Gremios Unidos por un Chile Mejor, el arzobispo de Santiago se reunió con más de 150 representantes de diversos sectores productivos de la Región de Coquimbo para dialogar sobre seguridad, delincuencia, crisis de autoridad, migración, pobreza moral, familia y el futuro del país.

¿Qué estamos haciendo hoy para que el hijo de un interno llegue a la universidad y no vuelva a la cárcel? ¿Es posible imaginar un Chile que, en veinte años, no necesite nuevas cárceles? ¿Cómo recuperar la familia, la autoridad moral, la confianza y la verdad en medio de la impunidad y la fragmentación social? Estas preguntas planteadas por el cardenal Fernando Chomali, marcaron el tono del encuentro organizado por Gremios Unidos por un Chile Mejor en La Serena. Sus reflexiones interpelaron directamente al mundo gremial, invitándolo a asumir el rol que posee en la reconstrucción del tejido humano.

El lunes 1 de diciembre de 2025, más de 150 representantes de diversos sectores productivos se reunieron en el Hotel Serena Suite para participar en la conferencia “El impacto de los grandes cambios culturales”, dictada por el arzobispo de Santiago, cardenal Fernando Chomali. La actividad fue organizada por Gremios Unidos por un Chile Mejor, agrupación regional que reúne a pequeños, medianos y microempresarios de la Región de Coquimbo, con el propósito de promover el desarrollo local y generar reflexión en torno a los desafíos éticos, sociales y económicos que enfrenta el país.

En esta ocasión participaron representantes de la agricultura, la minería, el comercio, el turismo, la construcción, el transporte y la pesca. Junto al cardenal Chomali estuvieron presentes el arzobispo de La Serena y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor René Rebolledo, y el arzobispo auxiliar de La Serena, monseñor Enrique Balzán. También asistieron representantes de Fundación Las Rosas.

En sus palabras de bienvenida, el representante y director de Gremios Unidos, Carlos Arturo Maluenda González, destacó la importancia del encuentro y valoró el aporte del arzobispo, especialmente en un contexto que calificó como una “profunda degradación moral y social” en el país.

Durante su intervención, el cardenal Chomali relató una reciente experiencia en la cárcel de Colina II, donde observó a un interno junto a su señora y su hijo de un año. Esa imagen lo llevó a plantear una pregunta central al auditorio: qué está haciendo cada uno, desde su lugar, para evitar que ese niño repita la historia carcelaria de su padre. Con esa reflexión insistió en que la delincuencia no puede abordarse solo como un problema policial, sino como el reflejo de una sociedad herida por la exclusión, la ruptura familiar y la falta de oportunidades.

A lo largo de su exposición, el arzobispo abordó temas como la pérdida del sentido de verdad, el individualismo, la deshumanización del trabajo y la creciente soledad de niños y jóvenes. Subrayó que la infancia determina el futuro de la persona y advirtió que miles de niños enfrentan violencia, abandono o inestabilidad familiar que condicionan sus posibilidades de desarrollo. 

El cardenal Chomali también expresó preocupación por la crisis moral que afecta a instituciones como la justicia, la medicina y la propia Iglesia, señalando que la pérdida de ejemplaridad provoca desconfianza y debilitamiento del tejido social.

Asimismo, abordó el fenómeno migratorio, la fragilidad del sistema educativo y la urgencia de recuperar el sentido social del trabajo. Enfatizó que Chile necesita proyectos de largo plazo, liderazgo moral y una comunidad capaz de hacerse cargo de los más vulnerables. 

Antes de finalizar, invitó a los gremios a no dejar toda la tarea en manos del Estado. “Cada uno tiene que hacer su parte. Así se construye una vida nueva y un país distinto”, afirmó.

Conoce más de nuestras actividades en nuestras redes sociales (@iglesiadesantiago) y en nuestro canal de WhatsApp, clic AQUÍ