En una significativa celebración realizada este miércoles 18 de diciembre de 2025, el Cardenal Arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, presidió la Eucaristía de confirmaciones y primeras comuniones en la capilla ecuménica del Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina 1, acompañando a personas privadas de libertad en un momento clave de su camino de fe.

El Cardenal fue recibido por el padre Enrique Vallejo Obreque, capellán del recinto, quien acompañó la visita pastoral que comenzó con un recorrido por el establecimiento educacional que funciona al interior del penal. En la instancia, los docentes compartieron con el Arzobispo la experiencia educativa que se desarrolla en Colina 1, donde alrededor de 800 internos cursan estudios para completar la enseñanza media, rindiendo cada año la PAES. Este 2025, cerca de 130 internos finalizaron su proceso escolar, cifra que fue valorada especialmente por el Cardenal.

Posteriormente, se dio inicio a la celebración litúrgica, en la que 11 internos recibieron el sacramento de la Confirmación, acompañados por sus compañeros, catequistas y agentes pastorales que durante el año participan en su formación espiritual. Los internos ingresaron a la capilla en procesión, cantando y precedidos por la imagen de la Virgen, en un ambiente de recogimiento y profunda emoción.

Durante todo el año participan activamente en un proceso de formación espiritual que se desarrolla semana a semana junto a tres grupos de catequistas que acompañan la pastoral del recinto: el Movimiento Neocatecumenal, Comunión y Liberación y la Pastoral Católica Anawin. En esta oportunidad, los 11 internos que recibieron el sacramento de la Confirmación pertenecen a la Pastoral Anawin, siendo preparados íntegramente por esta comunidad.

La Eucaristía fue presidida por el Cardenal Chomali, junto al padre Enrique Vallejo, el padre Nicolás Vial, de la fundación Paternitas, el padre Pablo García-Huidobro, párroco de Colina, además de otros sacerdotes que acompañan pastoralmente el recinto.

Durante su homilía, el Arzobispo subrayó el valor irrenunciable de la dignidad humana y la fuerza transformadora de la fe, señalando que “Dios actúa en la historia y en los corazones de cada uno de nosotros. Su anhelo de justicia está lleno de misericordia. No olviden que ustedes puede que hayan perdido por un tiempo la libertad, pero nunca perderán la dignidad”.

Asimismo, recordó que “todos, absolutamente todos, podemos decir: ‘Jesucristo me amó y se entregó por mí’. La vida espiritual no se le puede quitar a nadie”, e invitó a los internos a rezar por las vocaciones sacerdotales, para que nunca falte el acompañamiento pastoral en su camino de fe.

La jornada concluyó con un momento de compartir fraterno junto a los internos, reafirmando el compromiso de la Iglesia de Santiago con la pastoral penitenciaria y con el anuncio del Evangelio en todos los contextos, especialmente allí donde la esperanza necesita ser cuidada y fortalecida.

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